En gira de trabajo
por el municipio de Acámbaro, el gobernador Miguel Márquez visitó la colonia
San Isidro
y la comunidad de Parácuaro.
Aún
cuando sus principales actividades se centraron en la inauguración de diversas
calles en los dos centros de población, fue notorio el esfuerzo del gobernador
Márquez, acompañado del
presidente municipal René Mandujano, de entablar un puente de entendimiento
humano, alentando la libre manifestación de la gente y propiciar la interacción
para asumir compromisos que sean resultado de una verdadera participación
ciudadana.
En
tal sentido, el presidente municipal entendió rápidamente la dinámica del
gobernador aceptando corresponsabilidades para la programación de nuevas obras
sociales, que nada tienen que ver con cuestiones partidistas.
Allí
en San Isidro, una de las colonas populares de mayor densidad demográfica, se
percibió el efecto de muchos años de desatención o de un trato inadecuado, que
en esta ocasión se manifestó con la inconformidad por los deficientes servicios
médicos. Y es que no se puede ignorar que en una colonia que ha crecido
desmesuradamente con todas las demandas sociales que esto implica, incluyendo
el registro de afiliados al Seguro Popular, la respuesta del área de Salud se ha
mantenido inmóvil prácticamente. Todo ello en una colonia donde por mucho
tiempo se ha marchado con lentitud desesperante, en un medio de calles
polvorientas, donde ha prevalecido la pobreza y servicios públicos deficientes,
con situaciones de alta incidencia de conductas nocivas.
Por
eso el gobernador Márquez y el presidente municipal Mandujano están convencidos
de que la población de colonias, como la San Isidro, debe tener una
participación más directa en los distintos programas del sector público,
proponiendo las obras que hagan falta. Es aquí en donde los funcionarios y
políticos tendrán que seguir alentando la responsabilidad y transparencia en el
uso de los recursos públicos, con escuelas y unidades médicas de alta
eficiencia; inversiones públicas, privadas y sociales en los distintos campos
de la vida comunitaria,
creando así los espacios más adecuados que favorezcan la convivencia social y
cultural. Y si no lo hacemos, las consecuencias las pagaremos todos.
La
colonia San Isidro, la novena más grande en todo México, hoy tiene un rostro
diferente, pero aún le queda mucho qué cambiar.
El viejo barranco
de 12 metros de profundidad que hace años servía como tiradero de basura, con
fauna nociva que abarcaba ratas, cucarachas y víboras, dejó de existir para
brindar caminos pavimentados, áreas comunes y hasta un centro comunitario que
dignifica la vida de las familias.
Al inaugurar la segunda etapa de pavimentación
en la calle Juan Ruiz de Alarcón, así como otras obras en las calles Emiliano
Zapata y Recreo, el gobernador del Estado, Miguel Márquez Márquez, destacó el
beneficio social que traen consigo estas acciones, más allá de la inversión.
Se trata de
espacios que con una mejor infraestructura están orientados al acercamiento de
las familias hacia los servicios de educación, salud, empleo y comercio.
Aurelio González Hernández, en representación
de los habitantes de esta colonia, afirmó que el cambio de imagen es total, con
más áreas comunes que sirven para fomentar la unidad, seguridad y sana
convivencia entre las familias.
Con la pavimentación de estas tres calles, al
menos se benefician 500 personas directamente con más de 4.2 millones de pesos
en inversión.
Para el Centro de
Desarrollo Social Integral de San Isidro, el Gobernador Miguel Márquez Márquez se comprometió a fortalecerlo con su concha
acústica, gimnasio al aire libre y canchas de usos múltiples; pero solicitó al
gobierno que dirige René Mandujano Tinajero su participación en la elaboración
del Proyecto; para así volver el próximo 30 de Abril, Día del Niño, para
saludar de nuevo a los vecinos de San Isidro, obsequiar juguetes a los infantes
y presentar el Proyecto a la comunidad. De la misma forma pidió a los
beneficiarios su colaboración económica o con trabajo, pues, dijo, sólo así
cuidamos lo que tenemos, si nos cuesta.
Posteriormente, el mandatario estatal
acompañado del alcalde, René Mandujano Tinajero, visitaron la comunidad de
Parácuaro, en donde recorrieron varias calles pavimentadas con recursos
municipales, para luego convivir con los habitantes de esta zona.
El Ejecutivo se
comprometió con ellos a trabajar para que antes de la primera quincena de julio
se termine de construir el Centro de Salud, además de anunciar la continuación
en la pavimentación de la calle Mina y el techado de la Escuela Primaria Benito
Juárez, de la vecina comunidad de San Francisco Parácuaro.
“He dado la
indicación al secretario de Salud para que todas las bases que salgan durante
mi gobierno para personal sean para el sur, norte y noreste del Estado, porque
es lo más lejano y es a donde nadie se quiere ir, pero quien vaya que tenga
todas sus prestaciones sociales, genere su antigüedad y se le reconozca el
esfuerzo de salir a estas partes del Estado”, agregó.
Al dialogar con los habitantes de la comunidad
de Parácuaro, aseguró que para la primera quincena de Julio estará terminado el
Centro de Salud, digno y funcional, donde podrán permanecer los médicos y
atenderles en una emergencia nocturna.
A un lado de donde se construye el Centro de
Salud, está un terreno, donde, de acuerdo con el proyecto que elabore el
gobierno municipal, será construido un parque para los niños y las familias.
Al concluir la
gira, el presidente René Mandujano expresó su alegría por la visita y sobre
todo por los compromisos asumidos por el
Ejecutivo Estatal; “pues sólo con trabajo coordinado, se logra ampliar las
metas, con la participación de los dos niveles de Gobierno y los habitantes a
beneficiarse”.
Así, en un
ambiente muy cordial, igualmente reconoció la importante labor del diputado
Francisco Arreola Sánchez, cuyas
gestiones seguirán siendo fundamentales para el desarrollo de los municipios.