Una nueva era para Oaxaca.

Gabino Cué, Gobernador Electo de Oaxaca.

Por: Iván Orozco.
El pasado 4 de Julio se vivió una intensa jornada electoral, en la que fueron elegidos gobernadores de doce estados del país. La participación ciudadana fue muy baja, tal como se esperaba, por debajo del 50% solamente; otra vez, el gran ganador fue el abstencionismo y la apatía ciudadana.
Parece que la clase política no se quiere dar cuenta de que algo está mal y que ese algo está propiciando un enorme descontento social que limita y anula el interés colectivo por los asuntos políticos y electorales.
Por otro lado, en Oaxaca, según datos del Instituto Electoral del Estado, hubo una participación ciudadana “histórica” en dicho proceso electoral, alcanzando el 55.9%; caso relevante, tal vez por las enormes expectativas que generó nuevamente la postulación de Gabino Cué Monteagudo, personaje muy conocido en el ámbito oaxaqueño y cercano a Andrés Manuel López Obrador, pero ahora a través de una alianza entre PRD, PAN, PT y Convergencia.
Ya sabemos que Gabino Cué resultó amplio ganador de los comicios, y que será el próximo gobernador de Oaxaca. Ganó la elección con un margen de más de 120 mil votos de diferencia sobre el candidato de la alianza PRI-PVEM, Eviel Pérez Magaña, quien además de ser candidato también era el “delfín” del todavía gobernador Ulises Ruiz.
Es decir, que la perspectiva es buena, ya que Gabino llega con toda la legitimidad, sin impugnaciones en la elección, por lo que los oaxaqueños ahora ven renovada su esperanza de un cambio real, verdadero, con un gobierno de izquierda, comprometido con el pueblo y el desarrollo de Oaxaca, que es uno de los estados más atrasados y pobres del país, con grandes problemas de fondo y un universo de 570 municipios, la gran mayoría de ellos en situación de alta y muy alta marginación, es decir, pobreza extrema, sin caminos asfaltados, sin escuelas ni maestros suficientes, sin servicios médicos de calidad y dominados por la vieja estructura priísta de caciques y líderes corruptos.
Gabino tiene frente a sí un reto de enormes proporciones y deberá echar mano de las más finas herramientas políticas que le permitan tomar las mejores decisiones, desde la integración de su gabinete, respecto a lo cual ya ha declarado que no gobernará con amigos, sino con los ciudadanos y profesionales más capacitados y sensibles para las labores de gobierno.
Sin embargo, el Gobernador Electo de Oaxaca no llega solo; habrá que ver el papel que decidan jugar un sinnúmero de agrupaciones, organizaciones y gremios sindicales que pugnaban por un cambio, por una transición democrática que hoy se ha dado. Hay que esperar a ver cuál será la postura que asuma la Sección 22 del SNTE, que tiene en sus filas a más de 70 mil profesores de educación básica y que nunca desistió de su exigencia de la salida de Ulises Ruiz de la gubernatura del estado, principalmente a raíz del desbordado conflicto social que azotó a la capital del estado en 2006. En aquel conflicto, provocado por torpezas, malas decisiones y actos autoritarios y represivos por parte del Gobierno del Estado, también fue pieza clave la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), liderada por Flavio Sosa y que tuvo la capacidad de captar una inconformidad generalizada en contra del sistema estatal; también se esperan definiciones de esa importante organización social.
No obstante, lo que más preocupa es que Cué llega también acompañado del PAN, que sin duda pretenderá cogobernar la entidad por el alto número de votos que aportó al triunfo de aquél.
Pero sin duda, lo más importante es que Oaxaca, ese noble pueblo pluriétnico y pluricultural logró una enorme meta: sacar del gobierno estatal al PRI, con sus nefastos personajes, prácticas corruptas y grupos de choque que por décadas han sometido al pueblo y sus comunidades. Oaxaca es hoy un estado de pobres con una clase política descarada, adinerada y fantoche. Gabino Cué representa lo contrario, pero deberá ejercer, desde el primero de diciembre, actos de gobierno que así lo demuestren y marquen diferencia.
El sábado 10 de julio estuvo en Valle de Santiago Andrés Manuel López Obrador; brindó breve plática sobre la situación nacional dominada por una mafia que ostenta el poder absoluto en México, la oligarquía. Como siempre, López Obrador se mostró dispuesto, sonriente. Y dio atención personal a quienes deseaban exponerle algún asunto. Sigue siendo Andrés Manuel la mejor opción que tiene el país, para quienes desean una verdadera transformación nacional. Así sea.