Vox Populi Por: Juan Pueblo
Descortesía y seudo competencia políticaEn el marco de la Cumbre del Sur, el presidente municipal de Acámbaro, Gerardo Silva Campos, expresó su indignación por el hecho de no haber sido convocado a una reunión que tuvo lugar en esta ciudad y a la que vino el secretario de Seguridad Pública estatal, el General Miguel Pizarro.
No es que Gerardo Silva reclamase participación alguna en el evento de referencia con el General Pizarro. Sino el hecho de no haber recibido notificación oficial alguna de dicho acto, mucho menos la visita del secretario de Seguridad Pública Estatal, lo que definitivamente constituyó un desaire y una seria descortesía en agravio al presidente de Acámbaro, sobre todo en consideración de que los asuntos de seguridad del municipio, del estado y del país exigen la participación concertada de las policías y los tres órdenes de gobierno.
Con mayor razón cuando, como el caso de Acámbaro, ha brindado toda su colaboración donando los terrenos para construir las bases del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado que operan en toda la región.
Sin embargo, el General Pizarro mostró falta de sensibilidad y tacto, pues al visitar Acámbaro y realizar aquí una reunión de carácter oficial con acambarenses debió cumplir, cuando menos, con las reglas elementales de cortesía y atención con la primera autoridad del municipio, que es Gerardo Silva Campos, quien por cierto debe tener pendiente todavía la disculpa del organismo policial del estado por la reciente agresión que sufrió de su parte, cuando fue interrumpido de manera abrupta y grosera cuando realizaba una gira de trabajo por las comunidades del municipio.
Y si pensábamos que tal vez todo esto se debía a una peculiar formación policial o castrense que quizá vea con desdén la investidura de la autoridad municipal, nos ha sorprendido en forma mayúscula que durante la visita del día 13 de Julio, a la Presa de Solís, de 2 Comisiones legislativas del Congreso del Estado, con el propósito expreso de recibir directamente información acerca del mantenimiento y saneamiento de las aguas para el consumo humano y uso agrícola, otra vez se omitió la invitación del presidente acambarense Gerardo Silva.
Ni los diputados ni el delegado de CONAGUA le cursaron una cortés invitación, lo que definitivamente es una falta, no de tacto político, sino de elemental educación, constituyendo al mismo tiempo un agravio más para los acambarenses, a los que dejan sin una oportunidad de hacer escuchar su voz acerca de las necesidades y requerimientos en materia de riego, producción agrícola, el estado general de la bordería y el tratamiento de aguas en el municipio, ante esas comisiones legislativas de Aguas y Fomento Agropecuario.
¡Que cesen ya este tipo de descortesías! Que más parecen actos politiqueros que buscan marginar al Gobierno Municipal de Acámbaro, en actos públicos que desde todos los puntos de vista se deben producir de manera conjunta, por sobre cualquier interés partidista.
Cada periodo de elecciones, por desgracia, ha generado ambientes de división y allí están los anuncios televisivos que realzan la construcción de hospitales por el gobierno federal u obras viales por el gobierno estatal, dejando a los municipios en una clara desventaja propagandística, dentro de esa falsa competencia. Y es falsa, porque la verdadera competencia la mide el ciudadano por aspectos cualitativos más que por cantidades, es decir, lo que distingue a un buen gobierno es, evidentemente, su eficiencia y, sobre todo, su honradez en el manejo de los recursos y la atención a las necesidades sociales, procurando el buen trato a los seres humanos, con equidad y justicia. Entre otras cosas…