POLIMETRÍAS.-

Acambarense, tú tienes la palabra
Por: Casimiro Buenavista

Han concluido ya las campañas políticas. Por desgracia, no todos los partidos y candidatos estuvieron a la altura de las expectativas, ya sea porque les faltaron recursos o porque les faltaron argumentos, o bien, por ambas causas.
Estamos en espera de que los índices tradicionales de abstencionismo electorales, que rondan un 50 por ciento, sean abatidos. Pero, desgraciadamente, el acambarense no se siente muy motivado para ir a las urnas cuando observa que en varios de los candidatos priva la confusión, la incapacidad para hilvanar una idea o una frase o que, en otros casos, comienza a manifestarse el revanchismo político, el autoritarismo, el engreimiento y la soberbia.
Al mismo tiempo, en los equipos de campaña se observan individuos proclives al despotismo y al protagonismo caprichoso, principalmente entre los dos principales contendientes, aunque de esto mismo han adolecido algunos de los partidos pequeños.
Por supuesto que valoramos a cada partido en su dimensión municipal y a todos los respetamos, puesto que representan una parte de la opción ciudadana. Creemos también en la buena voluntad de los candidatos, pero con frecuencia quedó de manifiesto que en ciertos casos hay incongruencia e incapacidad para escuchar la voz de los ciudadanos, ni siquiera comprenden muchos de ellos las cuestiones que les son planteadas. Son muy dados a pontificar con autosuficiencia, oyen pero no escuchan.
Por eso el día de hoy tenemos una gran esperanza en las nuevas generaciones, que se están educando no sólo para expresarse sino también para reflexionar, escuchar y con capacidad de crítica y autocrítica, para poder modificar cuando sea necesario sus concepciones.
El maniqueísmo es vicio que padecen muchos candidatos, pero en honor a la verdad debemos reconocer que hay algunos candidatos que son la excepción. Y no precisamente los que se suponen más preparados.
(Versión completa en Edición Impresa, 30 de Junio de 2009)