VOX POPULI.- POR: JUAN PUEBLO
Valor ciudadano para acabar con la corrupción
Ha llegado extraoficialmente la noticia de algunos cambios en el funcionamiento de Seguridad Pública Municipal de Acámbaro, básicamente en cuanto al horario de labores, que ahora en lugar de ser 24 horas de trabajo por 48 horas de descanso, pasa a ser de 12 horas de labores por 12 horas de descanso, lo cual evidentemente tiene la intención de que en cada uno de los turnos haya un mayor número de elementos e inclusive le tocó su chamba a uno de los jueces calificadores, pues en lugar de ocupar a tres, ahora solamente se ocupa a dos.
Pero esos cambios no alteran lo fundamental en la policía municipal, de donde nos han llegado varias denuncias ciudadanas sobre algunos malos oficiales y comandantes que al mando de ciertos grupos exigen cuotas diarias, que al final de cuentas quienes las pagan son los ciudadanos que tienen el infortunio de caer en las garras de nefastos polizontes.
Sépase que respetamos y hacemos un llamado a toda la gente para que respete a los buenos policías, pero condenamos con toda energía a esos malos servidores que se aprovechan del cargo para actuar de manera autoritaria, inmoral y abusiva, al amparo de una macana y de una placa, como un famoso comandante Nájera que roció de gas a menores de edad desde el mes de agosto de 2009, además de otras tropelías que cometió y que nunca se han dignado informar sobre los resultados de las investigaciones que a nivel interno debieron hacerse, ya que tanto él como otro de apellido Castillo, que dejándose ver al lado de la ex subdirectora de seguridad, Eloísa Montoya, se sabe que cometen todo tipo de arbitrariedades, hasta el haber golpeado a un humilde aseador de carros.
El valor ciudadano es fundamental para el fomento de la cultura de la denuncia, que se recomienda por las contralorías municipales, como en este número informamos.
Da tristeza en realidad y lamentamos que de manera constante lleguen quejas acerca, por ejemplo, del director de Comudaj, Enrique Santillán Arroyo, acusándolo de burocratismo e ineficiencias que con frecuencia caen en burlas a los ciudadanos que se acercan a esa dependencia municipal., dejando mucho qué desear de la atención que debe brindar a jóvenes, niños, maestros, padres de familia y a toda la gente.
Lo que fundamentalmente tendrá que ocurrir para mejorar el funcionamiento de las instituciones es recobrar el valor civil, ciudadano, que sepan los funcionarios y todos los servidores públicos que cada persona es un observador que los respeta y aprueba, si se conducen con buena educación, cortesía y legalidad, pero que pedirá su defenestración cuando se comporten atropellando los derechos humanos y se asemejen a bestias ambiciosas que, encima, se sienten muy vivos porque su codicia los lleva a tejer “negociazos” para fregar al pueblo.
No se olvide que “el pueblo se cansa de tanta pinche tranza” y que en México es donde los gobernantes y servidores públicos ganan los mejores sueldos, pero está claro que no se conforman. Todavía recordamos la frase de Álvaro Obregón, uno de los constructores de nuestra República, con su proclama: “No hay general que aguante un cañonazo de 50 mil pesos”. Ahora se traducirían a millones para sellar los oscuros pactos y negocios al amparo del poder.
Todavía no sabemos cómo fue que la infraestructura de las maquiladoras que le costó por lo menos 10 millones al municipio de Acámbaro, el entonces presidente Nares lo vendió en 10 mil ridículos pesos. ¿Qué se movió en lo oscurito, de a cómo fue el negocio?
Ah, pero eso sí. Se convierten en personajes de la noticia y de la televisión esos “padres de la patria” enquistados en el poder político, gastando millones de… dólares en mercadotecnia y publicidad para mantener su figura vigente. ¿Nombres? Basta Salinas y compañía… ¡Cuidado, ahí viene el 2012!